Precursora de los actuales emoticonos, la Smiley face o carita feliz fue creada en 1963 en Worcester, Massachusetts, por el artista Harvey Ball.
La historia de la carita feliz viene de lejos. Las primeros ejemplos de este icónico símbolo proceden de una vasija de cerámica encontrada entre Siria y Turquía que data del1700 a.C. Sorprendente ¿no crees?.
A pesar de este hito tan curioso, no fue hasta 1963 cuando el protagonista de esta historia, Harvey Ball, creó este icono pop actualmente tan extendido gracias al uso de los emojis.
Pero ¿Quién fue Harvey Ball?
Harvey Ball nació en 1921 en Worcester, Massachusssets (imagínese al Luis Ma en Aída diciendo este estado). Motivado por las profesiones artísticas, decidió ingresar en el Art Museum School de la cuidad tras graduarse en bachillerato.

Tras participar en la II Guerra Mundial luchando por su país, regresó a su localidad natal para trabajar en diferentes agencias de publicidad, hasta que fundó su propia compañía Harvey Ball Art & Advertising.
Años más tarde, la State Mutual Life Assurance Company of America contrató sus servicios con el fin de que creara una campaña que motivara a sus empleados, tras la incertidumbre de varias fusiones acontecidas en la compañía. Fue así como Harvey Ball ideó el archiconocido símbolo que traspasó fronteras años más tarde.
¿Cómo nació la carita feliz?
El creativo fue el encargado de diseñar los botones, sí los botones, que se integrarían en el uniforme de los empleados. En un primer momento el objeto sólo llevaba la línea que formaba la boca, pero con el fin de evitar la carita infeliz cuando se voltearan los botones, decidió añadirle los dos puntos que formaban los ojos. De esta manera, se mantendría la cara feliz de forma constante.
Harvey eligió el color amarillo, que le recordaba a la figura del astro solar y transmitía alegría y calidez. Además disminuyó uno de los ojos para humanizar la figura.

La compañía State Mutual Life Assurance Company of America imprimió posters, letreros e hizo miles de botones para todos sus empleados, convirtiéndose la campaña de la «smiley face» en todo un éxito.
Curiosidades de la smiley face
- Harvey Ball sólo recibió 45 dólares por su encargo.
- La compañía no patentó el símbolo, por lo que se sucedieron las falsificaciones de la Smiley Face por todo los EEUU.
- En 1970 los hermanos Murray y Bernand Spain registraron su propia versión junto con el eslógan «Have a Happy Day!»(más tarde sustituido por Have a nice day!) Durante los siguientes años, vendieron más de 50 millones de botones, posters, camisetas y todo tipo de merchandising con la carita feliz.
- El periodista francés, Franklin Loufrani, registró la marca Smiley en 1972, y la empleó para destacar las buenas noticias en el France Soir.
- En la década de los 80′ el conocido club londinense Shoom usó la imagen de la «carita feliz» para promocionar sus fiestas nocturnas de Acid House.
- En los 80′ también se pusieron de moda las pastillas de éxtasis que llevaban impreso el icónico símbolo en sus «happy pills».
- La banda de grunge Nirvana rediseñó a su gusto la icónica smiley face, adaptando sus formas e invirtiendo los colores. Se dice que fue el propio Kurk Cobain quien adaptó el nuevo diseño de la carita feliz.

El nacimiento de los emojis
La carita feliz empezó a formar parte del lenguaje digital con el nacimiento de los emojis o emoticonos. Su universalidad se haya extendido a todos los ámbitos a lo largo de los años. Una nueva curiosidad es que hasta los emojis tienen su propio día, concretamente el 17 de julio.

Destacar también que el propio Harvey Ball también había ideado su propio Día Mundial de la Sonrisa años antes, en 1999. Dos años más tarde, en 2001, lamentablemente falleció. Pero su legado sigue «dando alegrías» también hoy en día. Su hijo Charles retomó la organización World Smile Foundation, y se encarga actualmente de realizar donativos a causas caritativas sin tanto apoyo.
En cierta ocasión, un medio le preguntó al hijo de Harvey Ball, Charles, si su padre se había arrepentido de no registrar su diseño, a lo que él respondió: “no era un tipo interesado en el dinero”.