Ésto va de cómo la H vino a Extremadura para poder hablar

Quien no dice jacha, jigo y jiguera, no es de su tierra.

La H castellana no siempre fue una letra muda, de pequeña por lo visto hablaba, pero sufrió un trauma que todavía nadie sabe. También dicen que pudo comérsela la Lengua, no sé.

La H es prima hermana de la N, sólo se diferencian en el palito conector del medio, como las bicicletas de montaña. La H sería como la bici de hombre con la línea horizontal en el medio, y la N con el palito oblicuo la bici para mujeres.

Recuerdo que una vez nos tocó en la tómbola una bici y el señor Maño nos dio a elegir entre las dos opciones. Como era de esperar tuvimos que elegir la bici masculina, porque las niñas pueden montar en bicis de niños pero los niños no pueden usar bicis de niñas, no hay viceversa, al menos en mi pueblo.

En fín.

La letra C como veía tan desvalida a la H, la adoptó y la enseñó a decir sus primeras palabras; aunque la tímida H sólo hablaba cuando estaba con ella cogidita de la mano formando la CH. Que más tarde usó Carolina Herrera para su logo. Cada vez que la C se separaba de ella, H volvía al mutismo.

Ilustración de jacha, jigo, jiguera. Lenguaje típico extremeño

Hasta que llegó un día en el que la H descubrió un lugar recóndito donde sus gentes la pronunciaban a pesar de que las normas lingüisticas instaban a no hacerlo, y además ¡se vanagloriaban! y es que «quien no dijera jacha, jigo y jiguera, no era de su tierra» (hacha-higo-higuera)

Y así es como la H vino a Extremadura para poder hablar. Después ya crearon un vino: HABLA, pero esto ya es otra historia.

Si quieres conocer más sobre el lenguaje típico de Villafranca de los Barros, haz clic aquí.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: