Hace unos años pensé que los publicistas eran como una especie de vagabundos del arte:
– Porque sus creaciones no tienen casa, palacio o templo. Por norma general, no tienen cabida en los museos.
– No se desean. La gente está cansada de ver tantos anuncios.
– Además, la publicidad está mal vista. La gente siempre se encuentra bajo la sospecha de que la están engañando. Vamos que el “dinero” sea para drogas o vino.
El caso es que hoy me doy cuenta de que hay otro punto que apoya esta teoría mía sobre la vagabundez de la publicidad. Igual que estas personas, los anuncios conviven en la calle integrándose con el paisaje urbano de las grandes ciudades, con el claro objetivo de mendigar la atención de los transeúntes.
Es lo que se llama publicidad exterior: vallas publicitarias, carteles, rótulos luminosos, banderolas, mobiliario urbano y todos aquellos soportes que se instalan en lugares públicos.
En ciertas ocasiones, esta publicidad se realiza de forma muy creativa y casi cogiendo de forma inesperada al público, por lo que le resulta más memorable. Es lo que se denomina en publicidad el Marketing de guerrilla. Estrategias de marketing poco convencionales e inesperadas que consiguen atraer la atención del público, de una forma muy diferente e innovadora.
A lo largo del tiempo son muchas las marcas que han usado esta estrategia de marketing para conectar con el público sin grandes presupuestos y amplios resultados de notoriedad.
Mi entrada de hoy va dedicada a varias de las mejores campañas de marketing de guerrilla de hace algunos años, las cuales, me sorprendieron, y lo siguen haciendo actualmente.
Las mejores campañas de marketing de guerrilla
Marca Volkswagen Polo
Marca de Bolsas de basura
Desodorantes Axe
Maquinillas de afeitar BIC
Marca de Cepillos de dientes
Lego
Empresa ecologista
Pastillas adelgazantes
Revista Playboy
Periódico The Economist
Mc Donals
Anuncio de turismo de Sudáfrica
Red bull te da alas
Don Limpio
Empresa de venta de barbacoas
PSP videojuegos
Detergente Ariel
Campaña contra el graffiti
Jeep- Vehículos todoterrenos
Clases de ballet
Quizás me haya excedido un poco con el número de imágenes, pero debo reconocer que todas ellas han pasado por un proceso de lo más riguroso, en el que se ha certificado su calidad y frescura, así como ocurre con las ensaladas Florette.
